El maestro en tauromaquia Luis Francisco Esplá tuvo el honor de ser el primer matador de toros que habla de arte en el Museo del Prado. El pasado lunes por la tarde, en el salón de actos, disertó acerca de Goya y los toros. Impartió una lección magistral de la Tauromaquia del genial pintor, que dividió en tres etapas. La primera: de la juventud, 'etapa amable, en la que recrea capeas y novilladas'; una segunda, que surge a partir de su encuentro con 'los ilustrados', entre 1810 y 1816, y en la que irrumpe el conflicto, empieza a aparecer aquello que no le gusta de la lidia; y una tercera, 'la de Burdeos', que ya es claramente negativa, y está reflejada con cierta amargura, 'es el tumulto, la horda alrededor del toro desjarretado, el desorden de las cogidas'. Pero Goya, según Esplá, tenía un profundo conocimiento de las suertes de la lidia, y eso está plasmado con singular pericia en sus grabados. Que para 'un torero son la crónica desgarrada de los principios del toreo'. La Tauromaquia de Goya palpita en el momento en el que 'la trayectoria de toro y torero se encuentran', o sea 'el tercio de varas y la suerte de matar'. Un espectáculo que sigue teniendo esa violencia, 'y en eso sus grabados son actuales'.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de noviembre de 2002