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COLUMNA

Se vende

Toda la Costa del Sol está en venta. Un bosque de grúas siembra cada rincón de esta zona turística andaluza. Incluso en los sitios más inverosímiles. Los ayuntamientos buscan lagunas normativas para dar permisos de obras. Necesitan dinero para pagar abultadas nóminas. Días atrás recorrí, en compañía de periodistas ingleses y alemanes, una parte de la costa. Donde hace poco había zonas verdes, parques, zonas de vegetación protegidas, se levantan pastiches de construcción queriendo asemejarse a la arquitectura de pueblos andaluces.

Me quedé sorprendido de la selva de cemento en Torrequebrada, en Benalmádena costa. Ni montes, vaguadas y arroyos se han respetado. Y como aquí, en Elviria, (Marbella), Calahonda, (Mijas); Estepona y Torremolinos, donde apenas quedan metros cuadrados por construir.

Y, ahora, en Málaga se quiere avanzar por encima de las rondas, comiendo naturaleza y futuro. Muchos alcaldes verán su nombre unido al desastre urbanístico. Alguien tendrá que poner freno a la desenfrenada actividad especulativa cuando ya están sonando señales de alarma que preocupan poco a los regidores municipales pero que ha hecho clamar, y no sabemos si en el desierto, a Los Verdes, y al propio delegado de Obras Públicas de Málaga, Enrique Salvo, que alertaba de estos peligros con un dato escalofriante: cada año entre Málaga y la Costa del Sol se construye un nuevo pueblo de 50.000 habitantes. Pero es la Junta de Andalucía la que tiene la última palabra.

Y lo peor es que este desenfrenado crecimiento, con unos precios astronómicos por metro cuadrado, no va a acompañado de medidas para amortiguar los problemas de futuro. Dos especialistas en la materia, Vicente Granados y Rafael Fuentes, ya anuncian que para dentro de cuatro años toda la Costa del Sol sufrirá un permanente colapso circulatorio si no se acelera la construcción de las vías alternativas previstas. Y a ello, hay que añadir el reiterado problema del agua. De seguir el ritmo de crecimiento actual no habrá ni para lavarse los dientes. Y, además, la Axarquía queriendo seguir el mismo camino. Demencial.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 1 de noviembre de 2002