Los dirigentes del Puerto de Valencia, de la Consejería y del Ayuntamiento de la ciudad no se cansan de decir que la ampliación de las instalaciones portuarias y la ZAL (Zona de Actividades Logísticas) son actuaciones muy urgentes.
Sin embargo, parece que los jueces no lo tengan claro, pues hasta ahora no han firmado ninguna orden de desocupación forzosa para la construcción de la ZAL. Recuerdo que las casas derribadas no han sido expropiadas sino compradas, y por tanto, para derribarlas, no necesitan de ninguna orden judicial.
La ZAL es urgente sólo para los políticos, no para el resto de los ciudadanos. Parece que la prudencia recomienda abandonar. Las elecciones autonómicas y municipales de 2003 están demasiado cerca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de noviembre de 2002