Quiero felicitarle por el amplio artículo publicado, el domingo 13 de octubre, titulado ¿Qué hago con mi viejo? Su autora describe perfectamente la infinidad de pasos y papeleos a seguir para solicitar cualquier tipo de ayuda en los Servicios Sociales, pero yo quiero añadir un detalle que sufrí personalmente.
Mi madre padece Alzheimer y por ello solicité una plaza en un centro de día en Chamartín. Después de recopilar toda la documentación y entregar todo correctamente, pasado un mes, aproximadamente, recibo la noticia de que han dado carpetazo al expediente y no tengo derecho alguno de ayuda, ni siquiera el de apuntarme en la lista de espera, por tener una deuda con el Ayuntamiento. Ocurre con cualquier impago ya sea una multa de tráfico o un impuesto. En mi caso fue la contribución -IBI- del año 1997, que por no mandarla el Ayuntamiento y por olvido no se pagó. Así pues, añado un dato más a tener en cuenta. Con tantas trabas, ¿cómo no se van a morir solos nuestros abuelos?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 3 de noviembre de 2002