La oftalmóloga María Teresa Iradier ha pasado buena parte del último puente sentada frente al ordenador. Pasaba consulta a través de Internet a pacientes de diversos rincones del mundo. Orienta a los enfermos a través de la red, pero además lo hace gratis. La doctora Iradier creó esta consulta on line, que ahora gestiona con varios colegas más, en pago a una 'deuda de gratitud'. Nació en Caracas (Venezuela) hace 48 años, donde su familia estaba exiliada. Uno de sus abuelos era republicano y el otro, nacionalista vasco. Ella había cumplido ya diez años cuando regresaron a España, a Madrid. 'Siempre me quedó una deuda de gratitud; allí nos trataron muy bien, estuvimos muy bien acogidos', recuerda.
Hace algo menos de cuatro años dio con la manera de devolver aquel favor. Hacía poco que había abierto una página web de su consulta madrileña. Resultó que buena parte de los internautas que recalaban en ella lo hacía desde diversos países latinoamericanos. Y de repente, encontró la manera de 'devolver algo a la gente que tanto había hecho' por su familia en el exilio: abriría una consulta oftalmológica gratuita on line. Hoy, cuatro años después, ha atendido junto a varios colegas más de manera altruista unas 9.000 consultas recibidas en www.drairadier.com.
Muchas no las olvidará. La doctora escoge una: 'Era de un cura de Chiapas [México]. Una de sus feligresas estaba a cargo de sus nietos porque sus hijos habían muerto. Pero ella cada vez veía peor y tenía problemas para atender a los niños. El cura nos mandó un correo electrónico. Al final, resultó que la anciana tenía cataratas, nada más. Como ella no tenía recursos, pedí ayuda a un colega mexicano, que la operó gratis'. Y es que ha creado una red de solidaridad en la que colaboran unos 50 médicos de diversos países. 'Viajo mucho a congresos, allí les hablo a otros oftalmólogos sobre la consulta on line y les pido que me echen una mano', explica. Muchos han arrimado el hombro.
Desde enero de 1999 y hasta el pasado viernes la página ha recibido 90.170 visitas. Casi un 10% son consultas, explica. 'Las visitas aumentan claramente en épocas de crisis. Lo comprobamos con el huracán Mitch, las inundaciones en Venezuela y ahora con la situación de Argentina', dice, 'porque muchos no pueden seguir pagando a su oftalmólogo o la medicación'. En casos graves recurre a la red de oculistas solidarios; en otros casos, ella y sus tres colegas que dedican su tiempo libre a pasar consultas on line aconsejan o intentan calmar la angustia del paciente.
A menudo los pacientes se atreven a preguntarle a través de la Red cuestiones que no se han atrevido a plantear a su oftalmólogo o buscan contrastar con otro profesional el diagnóstico de su médico.
El grueso de las consultas, cuyas respuestas son meramente orientativas, porque no se basan en una exploración directa, llega desde Latinoamérica, pero también las han recibido de Nueva Zelanda, Finlandia o algunos países africanos. 'La medicina bien entendida debe tener una parte de labor altruista', recalca.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 4 de noviembre de 2002