El domingo finalizó el 16º Certamen Coreográfico de Madrid en el Círculo de Bellas Artes. En las dos últimas jornadas se pudieron ver a los galardonados de este año. Primero se vio la pieza Humos desperdiciados, del francés afincado en Madrid Nicolas Rambaud, coreografía ganadora del tercer premio; le siguió Creí que no me veías, de Paula Copello, Cecilia Colacrai y Andrea Acosta (de origen argentino y radicada en Barcelona), que obtuvieron el segundo puesto; y Las gallinas corren como locas, que quedó en primer lugar, de la australiana (también residente en Barcelona) Susan Kempster.
En las tres obras hay una discreta manifestación del lenguaje coreográfico y de las dotes creativas propiamente dichas; en las tres piezas también puede hablarse de características comunes en cuanto al tratamiento humorístico con destellos irónicos, el collage musical que proviene de asociar materiales de muy distintas facturas y estilos y la preeminencia del baile femenino (de las 10 obras presentadas a concurso, siete eran propuestas por mujeres) y la escasez de varones sobre la escena. Rambaud presentó el boceto mejor ordenado y más serio, donde había frases inspiradas, movimientos bien concebidos para la música y un vestuario sobrio y elegante.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de noviembre de 2002