Un jefe del grupo paramilitar Asociación para la Defensa del Ulster, lealista, admitió ayer la resposabilidad de sus hombres en la crucifixión del joven católico Harry McCartan, aún hospitalizado. Esta reivindicación confirma la naturaleza sectaria del atentado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 5 de noviembre de 2002