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El 'referéndum' de Gibraltar eleva la tensión entre el Peñón y las autoridades del Campo

El alcalde de La Línea subraya que se va a preguntar por un acuerdo aún no alcanzado

La Línea de la Concepción

El autodenominado 'referéndum' o consulta popular sobre una hipotética soberanía compartida en Gibraltar que el ministro principal, Peter Caruana, ha convocado para mañana no excita los ánimos de los vecinos españoles. Lo asegura el alcalde de la Línea de la Concepción, José Antonio Fernández Pons, elegido por el GIL y adscrito ahora al Partido Popular. 'La población de La Línea está muy indiferente ante esta consulta', dice. Pero en medios políticos y en otros círculos relacionados con las relaciones intracomunitarias el aumento de la tensión resulta evidente.

Fernández Pons reconoce, por ejemplo, que apenas habla con Caruana desde que empezaron a complicarse las cosas al hilo de las negociaciones hispano-británicas sobre la soberanía compartida, que hoy parecen en suspenso. "No hablamos porque él ha querido utilizar al Campo de Gibraltar, donde hay alcaldes, como los de Los Barrios o Algeciras, que apoyan la consulta. Yo no, porque me parece una barbaridad, y Caruana me ve como la piedra angular del Gobierno de Aznar en este asunto".

No oculta el alcalde que es "enormemente crítico con esta simple consulta que, aparte de jurídicamente inválida", le parece "una huida hacia adelante, con una pregunta que no está ni siquiera planteada, ya que no se sabe cuál será el resultado de las conversaciones entre Madrid y Londres. ¿Y luego qué? El chief-minister no está abriendo ninguna solución de futuro".

Rafael Román, socialista, presidente de la Diputación de Cádiz, se muestra más contenido: "El referéndum es un proceso que se ha sacado de la manga Caruana para reventar las conversaciones hispano-británicas, pero una cosa es evidente, y es que la voluntad de los gibraltareños va a quedar muy clara. Y, en política democrática, esa voluntad hay que tomarla en cuenta".

Francisco Oda-Ángel, profesor de Sociología de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y presidente del Instituto Transfronterizo del Estrecho de Gibraltar, que tiene su homólogo en la Roca y es una de las pocas instituciones transversales que existen, ha estudiado el desarrollo de las relaciones entre los dos lados de la verja desde el cierre de ésta, en 1969, cuando La Línea, totalmente dependiente de Gibraltar -fue creada para alojar a la población laboral española que no querían tener allí los ingleses- pasó de 100.000 a poco más de 50.000 individuos, hasta "el gran cambio de la última década, que ha hecho que la dependencia de los gibraltareños de España sea mucho mayor que a la inversa". Pese al rechazo que manifiestan a ser españoles, muchos gibraltareños trabajan hoy en España, tienen aquí su segunda o incluso primera casa, piden créditos hipotecarios a los bancos españoles, utilizan los recursos de la sanidad española, utilizan teléfonos móviles y plataformas digitales españolas, y eligen universidades españolas para cursar las becas Erasmus, asegura el sociólogo.

"Gibraltar no puede reclamar para sí todo el agravio del cierre de la verja, porque La Línea sufrió lo mismo; como tampoco es verdad que su relación actual con España sea sólo negativa", concluye Oda-Ángel.

Una expresión radical de irritación con la actitud de los llanitos se da en el pueblo de San Roque, fundado en 1704 por los españoles que huyeron de Gibraltar cuando lo tomaron los ingleses. El año pasado, Caruana prohibió que los niños gibraltareños participaran en los Juegos del Estrecho organizados por esta localidad en la que está Sotogrande, la urbanización de lujo en la que el chief-minister tiene una casa de veraneo. El motivo es que los sanroqueños se negaron a ocultar el lema "la ciudad de San Roque donde reside la de Gibraltar", que adorna su escudo municipal desde hace 300 años.

Al calor de esa polémica, surgió el Foro para el Encuentro de los Pueblos de Gibraltar. "El referéndum me parece una absoluta inmoralidad, porque Caruana debería haber tenido al menos la decencia de no convocar sólo a los que van a votar como él, y haber ofrecido el voto a los que salimos de Gibraltar huyendo de los ingleses", dice Francisco Linares Vellido, abogado civilista de 42 años y miembro del Foro. Coincidiendo con el referéndum de mañana, este movimiento va a inaugurar una exposición de los documentos fundacionales de San Roque, incluido el pendón que recibió de los Reyes Católicos y que hoy es la bandera del municipio: idéntica a la que en Gibraltar veneran como propia los llanitos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de noviembre de 2002