Con relativa frecuencia, por no decir continuamente, numerosos cargos y miembros del PP suelen referirse a los hechos represivos derivados del golpe militar de 1936 como hechos del pasado, o 'trasnochados', como ocurría en la ultima sesión del Parlamento asturiano.
¿Es posible que viviendo todavía hijos, hermanos, nietos, sobrinos de fusilados y represaliados se siga escuchando eso?
Sí, parece que es posible. Incluso más. El último comentario lo he escuchado referente al deseo de unas personas de reabrir una fosa -una de tantas- en busca de los restos de sus familiares. Un joven cargo del PP llegaba a decir que 'era una táctica de los socialistas para favorecer un enfrentamiento'.
Una mujer, también joven, le respondió: 'Sólo los perros esconden los huesos'.
Para favorecer la transición a la democracia, para consolidarla, las razones de Estado sepultaron la quizá más importante razón de todas. La de enseñarle a este país su historia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de noviembre de 2002