Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Un jurado declara culpable a un acusado de matar a un taxista sin tener pruebas

Un jurado emitió ayer un veredicto de culpabilidad por convicción contra José Domingo R. R., de 27 años, acusado de la muerte de un taxista en Sedaví el 7 de mayo de 1999. El portavoz del jurado, tres mujeres y seis hombres, dijo en la sala de la Audiencia de Valencia: 'Tenemos la convicción de que es culpable aunque ponemos de manifiesto por unanimidad la falta de pruebas en la investigación'.

José Domingo, pasó ayer de la libertad bajo fianza al inmediato ingreso en prisión. Por primera vez, desde que tres semanas atrás se iniciaran las sesiones, ayer escuchó el dictamen del jurado esposado y custodiado por agentes de la policía nacional. Minutos antes, como todos los días, había llegado desde su domicilio familiar, acompañado por su hermana y sin custodia alguna. A pesar de las contradicciones manifestadas en el objeto del veredicto, fiscal y acusación particular coincidieron en indicar que con ese veredicto el acusado merece 12 años de prisión, con la atenuante de actuar bajo los efectos de sustancias estupefacientes, y que debe indemnizar con 150.253 euros (25 millones de pesetas), según el fiscal, y 180.303 euros (30 millones de pesetas), según la acusación particular, a los herederos de la víctima.

El abogado de la defensa anunció que recurrirá el auto de prisión, 'porque ha demostrado que no tiene intención de huir de la justicia'y el fallo del jurado 'por falta de motivación'. Y añadió: 'Si tengo que ver una parte buena es que del veredicto se considera que es culpable de homicidio y no de asesinato. Sin embargo, hay una flagrante violación de derechos al considerar que, a pesar de la falta de pruebas, se condena a una persona por convicción. En un estado de derecho, no es el acusado quien debe demostrar que es inocente sino la acusación que es culpable. Para el jurado no ha valido la coartada del acusado y por ello lo considera culpable'.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de noviembre de 2002