Un panel táctil situado sobre la puerta de la nevera permite encargar la compra por internet sin espacio para la duda, ¿había mantequilla? Un teléfono móvil permite encender la calefacción 20 minutos antes de llegar a casa. Un enfermo trata con el doctor desde la cama de su casa y recibe indicaciones o diagnóstico inmediato a través del ordenador. Nuestro contacto con las más complejas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) ya es cotidiano. Y crece de manera exponencial.
Ante el carácter imparable del progreso de la sociedad de la información, el Colegio de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Comunidad Valenciana presentó ayer una serie de reflexiones técnicas que trasladará a todos los partidos políticos con ocasión del periodo preelectoral a partir de un silogismo elemental: la información nos hace libres, la información que se traslada y es accesible. Y sin infraestructuras de la comunicación, la información no existe.
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'Un kilómetro de tren de alta de velocidad cuesta entre ocho y diez millones de euros, un kilómetro de autopista entre tres y cinco', comenta Adolfo Montalvo, decano del colegio, 'pero las administraciones públicas asumen esa inversión y nadie se sorprende'. 'Entonces', se pregunta, '¿por qué se gravan las telecomunicaciones?'
Los ingenieros invitan a todos los partidos políticos a concebir la administración como un motor, 'un agente dinamizador', del uso de las nuevas tecnologías. Iniciativas como los diversos Infos impulsados por la Generalitat 'van en la buena dirección', pero hay que sostener el esfuerzo.
Las iniciativas que presentan son muy concretas: las dependencias de la administración con más de 20 empleados deberían contar con anchos de banda capaces de trasladar de 2 mega bytes por segundo; las ordenanzas municipales deberían exigir que todos los polígonos industriales y zonas residenciales de nueva planta contaran con canalizaciones específicas de telecomunicaciones disponibles para varios operadores; y, naturalmente, la administración debería dotarse con personal especializado capaz de abordar problemas relacionados con las TIC. '¿Corporativismo? Sí, pero no sólo eso', dice Montalvo, y alude al increíble crecimiento económico registrado en Irlanda en la última década a partir de una inteligente inversión de fondos europeos en redes de comunicación.
La Generalitat aprueba, pero los ayuntamientos están muy por debajo de la media europea en el uso de las TIC. Una situación peligrosa cuando se avecina el día en que las guías de servicios ofrezcan albañiles, fontaneros y... telecos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de noviembre de 2002