El Celta engrosó ante el Numancia las filas de los fracasados en la Copa-ya 10, seis en la primera ronda y cuatro en la segunda-. Y esta vez Lotina no disfrutó del éxito de los sorianos, sino que se convirtió en su principal víctima con una derrota que le acarreará problemas. Porque a Lotina se le escapó ayer la primera vía hacia el título que prometió en Vigo, pero sobre todo porque el Celta se ha convertido en un plomo, chirriando en defensa y sin planes de ataque.
Siendo un título el objetivo de la transformación del Celta, el desastre de Soria tendrá una lectura más allá de lo futbolístico. La derrota engrosará además la fama de equipo en descomposición que se han labrado los vigueses. El Celta se fue de Soria sin crear una sola ocasión hasta un tiro de Jesuli en el minuto 90. Más que un partido de Copa, el choque tuvo todas las características de la Segunda. Y en uno de esos ataques con la pelota por delante, el Numancia desmontó el mito de la seriedad defensiva del nuevo Celta. Y ahí acabó todo.
NUMANCIA 1 - CELTA 0
Numancia: Luis García; Unai, Cuéllar, Molina, Fagiani; Marini, Rosu (Culebras, m. 90); Kome, Suffo (Sergio Cruz, m. 83), Manolo; y Armada (Núñez, m. 67).
Celta: Pinto; Velasco, Cáceres, Méndez, Sylvinho; Giovanella, Doriva (José Ignacio, m. 70); Coudet (Catanha, m. 55), Jandro (Gustavo López, m. 57), Jesuli; y McCarthy.
Goles: 1-0, m. 14. Rosu, solo en la frontal del área, se gira y marca de fuerte tiro.
Árbitro: Iturralde. Mostró tarjetas amarillas a Marini, Fagiani, y Catanha. Expulsó a Manolo (m. 88) por doble amonestación.
Unos 4.000 espectadores en Los Pajaritos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de noviembre de 2002