Ana Botella se volcó en la campaña electoral del Partido Popular en 1993, participó en un programa de debate de televisión durante el último Gobierno socialista y se fue apartando a un segundo plano, aunque sin dejar del todo la escena pública, cuando su marido llegó a la presidencia del Gobierno.
Madrileña de 49 años, licenciada en Derecho, funcionaria en excedencia desde 1996 y militante del PP desde 1979, ha visto acompañadas de polémicas muchas de sus declaraciones, aunque los dirigentes del PP insisten en que no se la puede comparar con Hillary Clinton, la esposa de Bill Clinton, ex presidente de los EE UU.
La última vez que las opiniones de Botella chirriaron fue cuando respaldó a Ismael Álvarez, ex alcalde de Ponferrada, antes de que éste se viera obligado a dimitir por resultar condenado por acoso sexual a la ex concejal Nevenka Fernández.
Luego, tras la dimisión del alcalde una vez condenado, la esposa de Aznar declaró: "Siempre he defendido, como todo el PP, que cuando en un cargo público se hace algo inconveniente, como es en este caso que se ha producido la sentencia, la decisión correcta era la dimisión".
A principios de año, en este diario, Botella aseguró que "todos hacemos política" cuando "intentamos convencer al de enfrente". Calificó la acción política como todo lo que se hace para "mejorar la sociedad, para trabajar por la sociedad".
Botella explicaba su ideario conservador. "Sí, soy tradicional, soy conservadora y creo que la base de la sociedad es la familia". Uno de los ejes de la campaña popular para las elecciones del 25 de mayo será, precisamente, la defensa de los valores tradicionales de la familia, que será el destinatario clave de los mensajes del PP. Botella es católica practicante, pero apostilla que "el componente religioso pertenece al ámbito privado y cuando sale de ahí puede pasar como con los talibanes".
Sin embargo, es ese componente religioso el principal factor de que ella, como el PP en su política diaria, se oponga a cuestiones como la utilización de los embriones congelados para la investigación con células madre. Hace un año dijo rechazar "todas las actuaciones que van en contra de la naturaleza", como la utilización de los bancos de semen.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de noviembre de 2002