Casi 900 vuelos retrasados más de una hora y al menos 46 cancelados es el resultado del incendio en el centro de control de Iberia que ayer provocó el fallo de todas sus operaciones informáticas. Los efectos de la avería se notaron con mayor intensidad en el aeropuerto de Barajas (Madrid), desde donde parten medio millar de los vuelos de la compañía. Los trabajadores de la aerolínea tuvieron que rellenar las tarjetas de embarque y las facturaciones a mano.
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Un incendio en uno de los paneles que suministra energía eléctrica al centro de control informático de Iberia en La Muñoza, una zona industrial próxima al aeropuerto de Barajas, fue la causa del fallo en el sistema de la compañía que colapsó ayer sus operaciones por ordenador en todo el mundo y afectó a cerca de 100.000 viajeros.
Los bomberos de AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) de Barajas trabajaron más de cuatro horas para despejar el recinto. "En este centro no hay ventanas, y los paneles energéticos están muy protegidos. La falta de oxígeno hizo que no se produjeran llamas, sólo humo", señaló un portavoz de los bomberos. El incendio inutilizó uno de los paneles y afectó a decenas de metros de cable, lo que impidió poner en funcionamiento la otra fuente eléctrica de que dispone la compañía.
El fallo provocó que Iberia no pudiera expender billetes ni reservas en todo el día. Además, sus mostradores no pudieron facturar por ordenador el equipaje de 1.000 vuelos, 500 de ellos con salida de Barajas. Los trabajadores tuvieron que rellenar las tarjetas de embarque y los tag number (códigos del equipaje) a mano. Esto provocó retrasos de más de una hora y media en las salidas (media hora en el puente aéreo) y la cancelación de al menos 43 vuelos. Durante todo el día se formaron largas colas de viajeros frente a los mostradores de facturación de Barajas. La mayoría no sabía que sus vuelos iban a tener retraso ni cuáles se habían cancelado. Dos de los vuelos anulados debían haber salido de Barajas con destino a París, otros dos a Bilbao y el resto a Lisboa, Amsterdam, Barcelona, A Coruña, Francfort, Melilla, Zurich, Ginebra, El Cairo (con escala en Barcelona), Valencia, Málaga, Asturias, Santiago de Compostela y Palma de Mallorca.
Los técnicos de Iberia desconocían anoche cuando estaría resuelta la avería. Ante la imposibilidad de expedir billetes, la aerolínea dio ayer la misma válidez a las reservas telefónicas que a los billetes. "Con la reserva y rellenando un formulario se puede embarcar", aseguró un portavoz.
La caida de los sistemas informáticos afectó también al sistema de reservas Savia-Amadeus, utilizado por la mayoría de agencias de viajes de España. Esta empresa informó que ayer no se pudieron realizar reservas ni emisiones de billetes de avión. Amadeus es el sistema central de reservas más utilizado en el mundo. En España funciona representada por Savia, que pertenece en un 66% a Iberia. Al funcionar Amadeus de forma asociada con distintas empresas en cada país, los problemas de esta central de reservas sólo se manifestaron en España.
Ésta es la tercera ocasión en lo que va de año en que los vuelos de Iberia se ven afectados por fallos en sus sistemas informáticos. El pasado 31 de octubre, una avería provocó la cancelación de doce vuelos y retrasos de una hora de media. Fuentes de Fibernet y Cable and Wireless, empresas dedicadas a la informática, explicaron ayer que estas averías se podrían evitar si la compañía contara con un centro de control informático alternativo, una medida que ya utilizan los bancos.
[Catorce personas resultaron heridas de levedad por las fuertes turbulencias registradas durante un vuelo Londres-Almería].
'Nadie vino a dar la cara'
José Antonio Hermida llegaba ayer de unas vacaciones en Santo Domingo con unos amigos y esperaba coger un vuelo hacia Vigo.
Su avión debía salir a las 13.00 horas de Barajas. Sin embargo, no pudo embarcar hasta las 14.00 y su vuelo no partió hasta las tres de la tarde. 'Nadie nos informó de nada; no sabíamos si íbamos o no a volar ni cuánto tiempo tardaríamos', explica. 'Primero nos metieron en una puerta, después nos cambiaron a otra y tuvimos que esperar muchísmo tiempo en el avión'. Como él, otros viajeros mostraron su desconcierto y desinformación ante los retrasos.
Un grupo de 50 jubilados esperaba también para embarcar con destino a Ibiza. Una de las guías que les acompañaba aseguró que habían tardado 15 minutos en facturar el equipaje de dos personas, cuando normalmente tardan el mismo tiempo en etiquetar las maletas de 40. El vuelo de esta excursión debía haber partido de Madrid a las 14.30, pero no lo hizo hasta las 16.30. Los viajeros estuvieron una hora dentro del avión antes de despegar, según explicó una de las afectadas desde Ibiza. 'Ha sido horrible; no nos hemos podido mover por el aeropuerto porque no podíamos facturar y nadie ha venido a dar la cara', explicó esta afectada. Iberia decidió poner ayer autobuses a Valencia, Bilbao y Barcelona para los viajeros que sufrieron la cancelación de sus vuelos.
Precisamente en esta última ciudad se declaró un pequeño incendio en un camión de la empresa CLH que se dirigía a abastecer de combustible a un avión de British Airways, lo que provocó un retraso de 30 minutos en la salida del vuelo de esta compañía con destino a Londres.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 8 de noviembre de 2002