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OPINIÓN DEL LECTOR

Una ruta patriótica

Puede usted comenzarla en los Nuevos Ministerios, junto a la estatua ecuestre del general Franco. Continúe después caminando por el paseo de la Castellana, hasta llegar a la plaza que lleva el nombre del descubridor de las Américas. Allí podrá contemplar una inmensa bandera, de España, por supuesto, ondeando al viento, cuando lo haya.

A continuación, diríjase a la calle de Goya. A la altura, y enfrente, de una cafetería de triste recuerdo, en una lápida colocada en la fachada principal de una iglesia de dudoso gusto arquitectónico, podrá leer una leyenda del siguiente tenor: 'José Antonio Primo de Rivera. Feligreses caídos por Dios y por España. ¡Presentes!'.

Para acabar, endúlcese la vida comprando unos bombones en un pequeño establecimiento situado en la calle de Príncipe de Vergara, a escasos metros de la calle de Goya, y muy cerca también de un callejón que lleva el nombre del General Mola.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 9 de noviembre de 2002