La recuperación y la difusión del legado del exilio es todavía una asignatura pendiente en Cataluña. El Museo del Exilio que se proyecta en La Jonquera (Alt Empordà) pretende reivindicar el estudio del exilio como una constante histórica y uno de los fenómenos más importantes de la historia de la Cataluña contemporánea. Enric Pujol, uno de los historiadores que asesoran el proyecto, explica que el nuevo centro pretende erigirse en un referente para los historiadores que desean profundizar en esos ámbitos y en una herramienta divulgativa capaz de llegar a todos los públicos.
La base del museo será una exposición permanente centrada en el exilio republicano, en sus antecedentes y en sus repercusiones más inmediatas. Las comarcas del Alt Empordà, escenario de la retirada de miles de personas, y el Rosellón, primer refugio de la gran masa de los vencidos, serán dos de las zonas que centrarán la atención principal del museo. El centro contará también con un ámbito de exposiciones temporales y con un centro de estudios que se encargará de preparar nuevas exposiciones y promover investigaciones.
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Las nuevas tecnologías tendrán un papel importante, puesto que se emitirán audiovisuales y se recrearán virtualmente escenarios del exilio. El museo organizará también itinerarios guiados.
Los arquitectos Rafael Càceres y Felip Pous han redactado el anteproyecto del futuro edificio, que tiene un presupuesto estimado de 1,5 millones de euros, financiados por la UE y la Generalitat. Las obras del futuro museo, impulsado por el Ayuntamiento de La Jonquera, podrían iniciarse la próxima primavera y el objetivo de los promotores es que el nuevo museo pueda inaugurarse coincidiendo con el Fòrum de les Cultures, que se celebrará en Barcelona durante el año 2004.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de noviembre de 2002