Desde 1999, las cámaras de comercio tienen un programa para ayudar a emprendedores de toda España a sacar adelante su proyecto. Coordinado por la Fundación Incyde, consiste en formar y asesorar a los futuros empresarios, así como seguir sus ideas durante los primeros años a través de una red de 100 asesores. Desde esta semana estos empresarios tienen más fácil obtener un crédito de hasta 25.000 euros, gracias al convenio firmado por las cámaras y el Santander Central Hispano (SCH). 'Hasta ahora cada cual se resolvía el tema como podía, pero ahora se abre el panorama', asegura Nicolás Henríquez, director general de la Fundación Incyde.
Los préstamos están destinados a pequeñas empresas y autónomos que cumplan algunos requisitos, como seguir tres meses cursos de formación de la fundación y no contar con ningún aval. El acuerdo consiste en abrir la puerta del Instituto de Crédito Oficial (ICO) a estos emprendedores. Las cámaras funcionan en este sentido como aval 'moral': 'No avalamos la devolución del crédito, sino que el proyecto es viable', subraya Henríquez. Es el SCH quien debe analizar cada proyecto y autorizar la financiación, si bien Incyde hace un seguimiento trimestral durante todo el periodo del crédito. Las cámaras negocian con otras dos entidades un acuerdo similar.
El proyecto facilita el acceso a préstamos de hasta 25.000 euros de la la línea de microcréditos del Instituto de Crédito Oficial
El ICO, que da preferencia para estos créditos a colectivos con dificultades para lograr empleo -mujeres, mayores de 45 años, inmigrantes, etcétera-, financia el 95% del proyecto y el resto corre a cargo del emprendedor, los créditos deben devolverse en dos o tres años y el tipo de interés es del 6%. Desde su puesta en marcha, han pasado por la fundación 6.600 emprendedores que mantienen 3.850 empresas en funcionamiento. Estos proyectos exigieron una inversión inicial de entre 12.020 euros y 60.010 euros. El objetivo es crear 6.000 empresas a finales de 2003.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 10 de noviembre de 2002