La compañía italiana Pirelli anunció ayer que recortará 2.400 empleos y cerrará seis factorías en distintos países para hacer frente a la crisis del sector de la fabricación de cables destinados a las telecomunicaciones y a la energía eléctrica.
Marco Tronchetti Provera, presidente de la compañía, anunció la reducción de plantilla durante la presentación de los resultados obtenidos durante los primeros nueve meses del año, en los que la empresa perdió 407 millones de euros, frente a los beneficios de 215 millones de euros logrados en el mismo periodo del año anterior.
Las pérdidas de Pirelli se relacionan directamente con la crisis que atraviesa el sector de las telecomunicaciones, en el que la empresa está presente como sociedad matriz del coloso Telecom Italia, que también preside Tronchetti Provera.
La compañía milanesa aún no ha señalado los países en los que se encuentran las factorías que se dispone a cerrar. Ayer, Tronchetti Provera se limitó a decir que la reducción de empleo 'no será traumática' y que 200 de los 2.400 puestos de trabajo que se eliminarán se encuentran en Italia.
Tronchetti Provera tampoco quiso hablar acerca de las negociaciones con los sindicatos y sólo precisó que las conversaciones se harán públicas una vez que concluya el diálogo con las centrales obreras. El desembolso para la puesta en marcha del recorte de empleos, que se llevará a cabo entre 2002 y 2003, ha sido calculado en unos 260 millones de euros.
La facturación anual de Pirelli arrojaba, hasta el 30 de septiembre pasado una caída del 11% respecto al mismo periodo de 2001, con unos ingresos por 4.810 millones de euros. Tronchetti Provera aseguró que la estructura patrimonial de la empresa sigue siendo 'sólida'.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 12 de noviembre de 2002