Quisiera saber por qué el Gobierno aprueba una ley de la Dirección General de Tráfico, haciendo excepciones acerca de la misma.
¿Acaso las leyes no son iguales para todos los ciudadanos?
Me refiero concretamente a la obligatoriedad del uso del cinturón de seguridad.
¿Cómo es posible que todos los pasajeros de un automóvil tengan la obligación de llevar el cinturón abrochado y, sin embargo, se exceptúa de dicha obligatoriedad a tres grandes colectivos cuya jornada laboral transcurre frente al volante?
¿Realmente la DGT se preocupa por nuestra seguridad o más bien esto significa una nueva vía para recaudar fondos de los distintos ayuntamientos?
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de noviembre de 2002