Las secuelas de la retirada del mercado hace 15 meses del medicamento anticolesterol Lipobay, asociado a un centenar de muertes, continúan lastrando los resultados de la multinacional alemana Bayer, según reconoció ayer el presidente de la empresa, Werner Wenning. Además de la pérdida de ventas, que han caído en lo que va de año un 9%, la compañía se enfrenta a cerca de 5.700 demandas de consumidores del producto. Las más peligrosas para la empresa son las de EE UU, donde se ha presentado una que agrupa a muchos de los 700.000 afectados por los efectos adversos del fármaco (destrucción del tejido muscular y problemas renales).
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 13 de noviembre de 2002