La educación para todos sigue siendo un objetivo inalcanzable para el 26% de la población mundial. Al menos 70 países de los que se comprometieron hace dos años y medio en Dakar a mejorar sus políticas educativas no lo conseguirán. El seguimiento que hace la Unesco de este ambicioso programa alerta de que tampoco todos los países desarrollados han cumplido sus compromisos de ayuda económica. El tirón de orejas es sobre todo para EE UU, Reino Unido y Francia.
Más de cien países se comprometieron en el Foro de Dakar a universalizar la educación con la ayuda económica de las naciones desarrolladas. Se perseguían varios objetivos para 2015, a saber: ofrecer una educación gratuita y de calidad para toda la población en edad escolar y favorecer su buen término; que desaparecieran las diferencias entre los niños y las niñas en la enseñanza primaria y secundaria; aumentar la protección de la educación infantil y combatir el analfabetismo entre los adultos. La Unesco confirma que hay 83 países que alcanzarán esos logros o alguno de ellos en la fecha prevista, pero otros 70 se quedarán en el camino. Se trata de países que tienen que atender prioridades sanitarias, como la lucha contra el sida, o recomponer sus maltrechas economías recién salidas de la guerra.
En el terreno económico, la Unesco considera que la inversión global en educación ha disminuido de forma 'alarmante' entre 1990 y 2001. En el informe de la organización, el experto británico en materia educativa Christopher Colclough afirma que se ha subestimado el coste del programa emprendido 'porque no se tuvo en cuenta el elevado gravamen' que el sida y los conflictos suponen para la educación. Conseguir universalizar la educación primaria y derribar las desigualdades de género necesitaría '5.600 millones de dólares suplementarios', según la Unesco. Al esfuerzo que deben hacer los países participantes deberá sumarse la ayuda externa.
Las ayudas bilaterales para la educación representaban a principios de los noventa 5.000 millones de dólares, una cifra que no alcanzaba los 4.000 millones al cambio del siglo. Salvo Japón, que mantuvo intacta su cooperación, ha disminuido 'de manera espectacular' la ayuda prestada por otros grandes países, en especial la de EE UU que disminuyó un 58%; la del Reino Unido bajó un 39% y la de Francia un 22%, algo especialmente grave porque estos países representan, junto con Alemania y Japón, entre el 75% y el 80% de las ayudas bilaterales para educación. Otros países donantes como Italia, Bélgica, Portugal o Suiza, también han reducido espectacularmente sus ayudas. España ha incrementado su apoyo económico en un 114%, aunque partía de una cifra muy baja.
La alfabetización de la mitad de los adultos será una utopía, dice el informe, más allá de 2015 en numerosos países latinoamericanos. Y Bangladesh, China, India y Pakistán suman el 61% de los adultos analfabetos. 28 países que representan casi un tercio de la población mundial (la mayoría en África) no alcanzarán probablemente ninguno de los objetivos fijados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 14 de noviembre de 2002