Decenas de personas asistieron ayer en San Fernando (Cádiz) al funeral de Emilio Alonso Alonso y José Manuel Sevilla Espejo, los dos marineros del portaaviones Príncipe de Asturias que murieron el pasado jueves al caer al vacío por el desplome de una grúa en la factoría de los astilleros Izar de Cádiz. Tras el funeral, los cuerpos fueron enterrados en la misma localidad de San Fernando y en Jerez de la Frontera.
El brigada electricista Emilio Alonso, de 42 años, era natural de Vigo (Pontevedra) y residía en San Fernando. Estaba casado y tenía dos hijos. El cabo de marinería José Manuel Sevilla, de 24, estaba soltero. Ambos pertenecían a la tripulación del portaaviones del Príncipe de Asturias y fallecieron al caer desde una altura de 15 metros al fondo del dique seco de los astilleros gaditanos, donde se repara el buque de la Armada española desde el pasado 5 de noviembre.
Las dos víctimas ascendían al buque por un portalón que volcó al ser golpeado violentamente por una grúa de 100 toneladas de peso que rompió todos los sistemas de frenado y calzos de seguridad al ser desplazada por fuertes rachas de viento que superaron los 100 kilómetros por hora.
Tanto la dirección del grupo naval Izar en Madrid como el Cuartel General de la Armada encargaron la apertura de sendas investigaciones para el esclarecimiento de los hechos. Con todo, ambas partes achacaron al temporal de lluvia y viento que azotó el jueves a la provincia de Cádiz el fatal accidente. La factoría gaditana, según Izar, había adoptado todas las medidas de seguridad pertinentes.
Los féretros fueron trasladados ayer desde el hospital Puerta del Mar de la ciudad de Cádiz, donde se les practicó la autopsia, hasta la parroquia de San Francisco, en el municipio de San Fernando, donde se ofició el funeral.
A los actos asistieron el Jefe del Estado Mayor de la Armada, Francisco Torrente; el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan Ignacio Zoido, así como la dotación al completo del Príncipe de Asturias, en cuyos miembros ha causado un hondo pesar y conmoción el fallecimiento de sus dos compañeros. 'Las personas que estamos en Marina, tantos años juntos, nos sentimos destrozados. Estamos aquí para demostrar a la familia que, a pesar de que ellos se han ido, siguen estando con nosotros', afirmó Torrente. Los militares fallecidos han sido condecorados a título póstumo.
Tras la misa, Emilio Alonso Alonso fue enterrado en el cementerio de San Fernando, mientras que el cuerpo de José Manuel Sevilla Espejo fue trasladado a su localidad natal, Jerez de la Frontera (Cádiz).
Por otra parte, el temporal que azotó el jueves la provincia de Cádiz comenzó ayer a remitir, aunque ha dejado numerosos daños materiales, sobre todo en la costa noroeste, donde se registró un pequeño tornado. Especialmente crítica es la situación en la que ha quedado la localidad de Rota, donde el Ayuntamiento convocó un pleno de urgencia para que fuera declarada zona catastrófica.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de noviembre de 2002