He leído con interés pero sin asombro el artículo sobre la falta de sueño de los adolecentes españoles. España es el país que duerme menos de toda Europa. ¿Por qué? Entre mis amigos en Madrid y Cádiz no hay ninguno que duerma las seis horas que necesito yo. Soy un ave de nieve sueco que vive en la Costa Blanca algunos meses al año. Conozco España bastante bien y quiero proponer una cosa. ¿Por qué no cambiar y retrasar una hora el reloj? Vivo en un pueblo precioso, La Vila Joiosa. Estamos en la misma longitud que Londres. Madrid está más al oeste y La Coruña y Finesterre están más al oeste que Inglaterra. Pero España tiene la misma hora que mi ciudad, Estocolmo. Esto es una falta de coherencia entre el sol y el reloj que afecta todos los sistemas, incluyendo el del sueño. Una hora es algo para empezar. Siguiendo el ritmo del sol sería más natural cenar a las nueve. Quitar la siesta sería demasiado brutal y además políticamente imposible. Una hora de retraso sería un asunto para el PP en las próximas elecciones; cuando el PSOE ha tomado la vivienda y el paro. Con una hora de retraso nuestro presidente estaría perfectamente al ritmo de su amigo y colega Tony Blair.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de noviembre de 2002