Doce ciudadanos colombianos y otros dos españoles, detenidos tras el secuestro frustrado de una mujer en Guadalajara, han sido acusados por la policía del asesinato de un compatriota. Se trata de una banda que se dedicaba al robo de joyerías y representantes del gremio y a las extorsiones.
Según informaron la Jefatura Superior de Policía de Madrid y la Guardia Civil de Guadalajara, a los detenidos se les imputa el homicidio de Carlos Alberto Girón Velázquez, de 27 años, perpetrado el 9 de marzo de 1998 en el distrito de Tetuán, en Madrid.
La llamada operación Traqueto comenzó el pasado 26 de octubre, cuando la Guardia Civil recibió la llamada de un comunicante anónimo en la que se alertaba de un posible secuestro. Una mujer de mediana edad había sido raptada en una urbanización de Cabanillas del Campo (Guadalajara) y sus captores la llevaban por la carretera de Barcelona (N-II) en dirección a la capital alcarreña. Los agentes del destacamento de tráfico lograron detener a los tres secuestradores y liberar a la mujer, en el kilómetro 48 de la N-II, dentro del término municipal de Azuqueca de Henares, según fuentes del instituto armado.
La detención de los tres implicados (Bernardo R. G., de 30 años; John Freddy G. R., de 25, y Ricardo Alberto O., de 24) permitió desmontar un complejo entramado, que ya estaban investigando la sección de delincuencia internacional y el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
14 arrestados
Al final fueron detenidas 14 personas (12 colombianos y dos españoles). Al frente de todo el grupo estaba la pareja formada por John Martín Motta Pena y su compañera Laura del Sol Narváez Rojas. Ambos dirigían la banda, aunque con mayor autoridad de la mujer, y fijaban los objetivos y las personas a secuestrar o a atracar, según fuentes de la investigación. Narváez está implicada en la muerte de Carlos Alberto Girón.
Los investigadores llevaban tras este grupo desde hace más de cuatro años. Su especialidad entonces era el robo de joyerías, pero tras un largo historial delictivo cambiaron de actividad y se orientaron hacia los ajustes de cuentas y extorsiones.
Los investigadores han efectuado en los últimos días seis registros domiciliarios (cinco en Madrid y otro en el municipio de Coslada), donde han requisado cuatro pistolas, dos del calibre 9 milímetros Parabellum y las otras dos, del 6,35. Una de ellas había sido sustraída a un miembro de las fuerzas de seguridad del Estado el pasado 26 de marzo.
También han decomisado una motocicleta Yamaha de 600 centímetros cúbicos (utilizada en el robo a una persona que salía de un banco), tres vehículos de gran cilindrada, varios teléfonos móviles y 2.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de noviembre de 2002