El próximo 20 de diciembre el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación de Álava veran aprobados sus respectivos presupuestos para 2003, culminando sendos acuerdos de legislatura entre los gobiernos conservadores PP-UA y los grupos socialistas foral y municipal. Volverán a ser, otro ejercicio más, las primeras instituciones de relevancia del País Vasco que saquen adelante sus cuentas, un hecho que ayer resaltaron el alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso (PP) y el portavoz municipal socialista, Patxi Lazcoz.
'Hay que hacer un llamamiento para que los partidos del Gobierno vasco [PNV, EA e IU] miren a Álava', indicó Lazkoz, quien estimó que el Ejecutivo de Ibarretxe 'no está haciendo un esfuerzo sincero de llegar a acuerdos' para sacar sus cuentas. Mientras, Alonso enfatizó que la alternativa al nacionalismo 'ha ofrecido más estabilidad'.
Ambos presentaron un presupuesto para Vitoria que asciende a 240 millones de euros, un 5,9% más que el precedente, y que fue calificado de 'austero' y de transición entre dos legislaturas por sus redactores. El capítulo de vivienda adquiere un protagonismo aún mayor que en ejercicios anteriores, copando el 20% del dinero que gestionará el año próximo el Ayuntamiento vitoriano con cerca de 50 millones asignados. El pacto de suelo y vivienda entre gobierno local y los socialistas ha sido una de las piedras angulares de la gestión municipal, pese a las críticas que han recibido desde la oposición y sectores sociales que destacan el imparable aumento del precio de los pisos en la ciudad.
El presupuesto también se caracteriza por su apoyo a los barrios y las familias. Los distritos de Vitoria recibirán 17 millones para mejoras urbanas, cumpliendo una de las condiciones puestas por el PSE en la negociación. Las otras se refieren a las ayudas económicas para la compra de libros de texto y para los padres con niños sin plaza en las guarderías municipales.
La puesta en marcha de proyectos de envergadura como el tranvía o el Auditorio se refleja en un incremento del 18% en las inversiones hasta alcanzar los 48,5 millones. La austeridad a la que se refirieron Alonso y Lazkoz se concreta en la disminución en un 0,12% del gasto corriente y al aumento del 5,65% del gasto de personal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 16 de noviembre de 2002