El lunes a las nueve horas comenzará el desentierro del avión de caza Messerschmitt BF-109 que el 7 de diciembre de 1940 se hundió en los humedales de El Prat de Llobregat, cerca del aeropuerto. El avión, que participaba en una demostración del Ejército del Aire español, cayó en picado y se hundió con su piloto en las marismas ante el pasmo del numerso público que asistía a la demostración. Entre los asistentes se hallaban la prometida del piloto, el teniente Eduardo Laucirica.
El avión se hundió en el fango del delta, en las inmediaciones de la laguna de la Ricarda y del aeropuerto, y nunca fue hallado. La familia del piloto erigió un monolito en su memoria muy cerca del lugar donde cayó el aparato. Pero ahora, 62 años después del fatal accidente, las obras para la construcción de la tercera pista del aeropuerto han obligado a remover las tierras en esta área y el viernes una excavadora extrajo lo que se supone que son restos de un fuselaje de avión que estaban enterrados en un antiguo arrozal cerca del antiguo camping Cala Gogó.
Óscar Laucirica, un sobrino del piloto del Messerschmitt que tenía nueve años cuando se produjo el accidente, explicó ayer a este diario que "el punto exacto donde cayó el avión siempre estuvo localizado". Por lo tanto, no hay dudas acerca de la posibilidad de hallarlo. Y eventualmente, de recuperar los restos del piloto. La tarea de desenterrar el aparato correrá a cargo de especialistas del Ejército del Aire y de funcionarios del juzgado de guardia de El Prat de Llobregat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de noviembre de 2002