La reciente apertura de un establecimiento de comida rápida de una cadena estadounidense en la céntrica plaza de Zaragoza de Valencia fue el motivo de una cívica protesta organizada ayer por la autodenominada Asociación contra la Barbarie Urbanística en Valencia y por el Moviment de Resistència Global (MRG-Valencia), que quisieron llamar la atención ante lo que consideran un atentado, del que responsabilizan al Ayuntamiento por su falta de sensibilidad. En uno de los bajos de una finca recién rehabilitada, al pie del Micalet y frente a la puerta de los Hierros de la Catedral, ha abierto sus puertas un McDonald's. Y para escenificar su protesta, una veintena de integrantes de las organizaciones convocantes ofrecieron a los ciudadanos una degustación de pa amb tomaca, en contraposición a las hamburguesas -"comida basura que deteriora la salud de sus consumidores", aseguran- que ofrece la conocida cadena estadounidense de comida rápida. Lo cierto es que el McDonald's se ha venido a sumar a otra serie de establecimientos instalados en los últimos tiempos en esa plaza y en otras emblemáticas zonas de la ciudad y que, con su decoración y sus terrazas, no contribuyen precisamente a mejorar la imagen del centro histórico de Valencia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de noviembre de 2002