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Un libro revela que la CIA gastó 70 millones en sobornos en Afganistán

A George W. Bush no le gustaba el curso de la guerra de Afganistán, basada en ataques aéreos. El Pentágono ultimó un plan para desplegar 50.000 soldados estadounidenses debido a la poca confianza que le merecía la Alianza del Norte. A Bush no le gustó ese plan y envió diez equipos de la CIA con un total de 70 millones de dólares (una cifra similar en euros) para comprar voluntades.

Ésta es una de las revelaciones del libro Bush en guerra, del periodista Bob Woodward, en el que describe el ambiente en la Casa Blanca tras el 11-S. Documentado en numerosas entrevistas, cuatro horas de conversación con el propio Bush y la consulta de archivos, el periodista asegura que Colin Powell se enfrentó varias veces al vicepresidente Dick Cheney y al jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, por la estrategia que debía seguirse en Irak. Powell logró convencer a Bush en una cena el 5 de agosto de 2002 de la necesidad de trabajar a través de la ONU. "Es agradable decir que lo podemos hacer de forma unilateral [atacar a Irak], excepto que no podemos", dijo el secretario de Estado. Powell advirtió a Bush de las consecuencias de una acción sin el apoyo aliado. Su tesis triunfó frente a la del sector duro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 17 de noviembre de 2002