El teniente de Infantería de Marina Iván Moriano, condenado a cinco meses de cárcel por haber obligado a desnudarse a una soldado, será repatriado mañana desde Bosnia-Herzegovina, donde se encuentra destinado.
El teniente comparecerá en España ante el Tribunal Militar Territorial Primero, que le comunicará la sentencia firme y su inmediata ejecución, según indicaron fuentes del Ministerio de Defensa.
El oficial deberá ingresar en la prisión militar de Alcalá de Henares (Madrid) por un delito de abuso de autoridad, consistente en inferir trato degradante a un inferior, después de que el Supremo confirmase la sentencia del tribunal militar pese a considerar que pecaba de "cierta lenidad".
De otro lado, la Fiscalía Jurídico Militar ha abierto una investigación con motivo de las declaraciones efectuadas a varios medios de comunicación por la soldado Dolores Qiñoa, quien aseguró haber sido violada y amenazada por el teniente después de que la obligara a desnudarse. Según Qiñoa, altos mandos del Ejército intentaron encubrir los hechos poco después de que ocurriesen en un cuartel de Cáceres. La soldado asegura que no hubo investigación tras la inspección oficial, y sostiene que el Ministerio de Defensa conocía ya en septiembre su versión de la violación, ya que ella envió un relato pormenorizado de los hechos por escrito a la Delegación de Defensa de Lugo, aún no respondido. Quiñoa asegura que no denunció la violación por miedo.
Las fuentes consultadas recordaron, no obstante, que el delito de violación sólo es perseguible a instancias de la presunta víctima.
El PSOE e Izquierda Unida han pedido la comparecencia en el Congreso del ministro de Defensa, Federico Trillo-Figueroa.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de noviembre de 2002