El Gobierno de Irak ha prometido presentar a los inspectores de la ONU un informe completo de sus arsenales antes del 8 de diciembre, según el calendario establecido por el Consejo de Seguridad, tal como anunció ayer el director de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), Mohamed el Baradei. "Irak se ha comprometido a declarar antes de esa fecha todo su armamento, incluido el de destrucción masiva, si lo tuviera", dijo el experto egipcio.
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Veinticuatro horas después de la llegada a Bagdad de una avanzadilla de 25 inspectores, El Baradei se muestra optimista: "Hasta ahora, los iraquíes están cooperando; esperamos que esa cooperación verbal se traduzca en hechos cuando las inspecciones de armas comiencen la próxima semana".
Los medios de comunicación iraquíes, controlados por el régimen, son pesimistas. "El problema no está relacionado con la llegada de los inspectores o el inicio de su trabajo [sobre el terreno], aseguraba ayer el editorial en primera página del diario Al Iraq; el problema "es el régimen estadounidense que quiere lanzar un ataque con el pretexto de que Irak posee armas de destrucción masiva".
El lunes, la Casa Blanca acusó a Irak de violar la resolución recién adoptada, pues estima que los disparos de baterías antiaéreas contra sus aviones en las zonas de exclusión (no refrendadas por la ONU) representan una agresión. El secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de visita en Bosnia, dijo ayer: "No creo que el Consejo de Seguridad considere esto una violación de la 1.441". Rusia apoya esta tesis al afirmar que la reclamación estadounidense "carece de base legal". Francia, el otro país miembro permanente del Consejo de Seguridad que se opuso a dar una carta blanca a EE UU en esta crisis fue práctico al pedir a Bagdad que evite cualquier acto que aumente la tensión.
Hans Blix, jefe de la Comisión de Verificación y Desarme de la ONU, mantiene reuniones a alto nivel con el Gobierno de Irak. Estos contactos incluirán al propio Sadam Husein. Los portavoces de la misión de la ONU sostienen que el compromiso iraquí de cooperación es claro, pero recuerdan que su trabajo no es escuchar palabras agradables, sino comprobar esta disposición sobre el terreno.
La avanzadilla de inspectores ha escogido el hotel Canal, de Bagdad, como base de operaciones, el mismo que usaron hasta 1998, cuando la ONU abandonó su misión por las dificultades impuestas por el régimen. El primer equipo de expertos en armas nucleares, químicas y bacteriológicas, unas 12 personas, llegará a Bagdad el día 25, con la intención de comenzar su trabajo el 27. El número de expertos será en total de cien e irán equipados con una alta tecnología.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de noviembre de 2002