Según Darwin, sólo sobreviven las especies que se adaptan mejor al medio. Y muchas veces el ser humano tiende a querer adaptar el medio a sus deseos.
Viene esto a cuento porque los "pequeños comerciantes" de Madrid parecen pertenecer a estos últimos. Ya consiguieron modificar leyes de horarios para impedir la apertura de centros comerciales los domingos y ahora pretenden venir a trabajar en sus coches.
Aparte de que con ello confiesan que en el antiguo sistema hacían trampa, no entienden que la ventaja de aquél o de éste consiste en que haya plazas para que los que vienen al centro un par de horas, precisamente sus clientes, la encuentren cómodamente. Mientras tanto las grandes superficies hacen grandes playas en sus centros y allí van los compradores. Y ustedes se quejan de la "competencia". Vengan en metro o bus y aumentarán sus ventas, o desaparecerán por falta de adaptación.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 20 de noviembre de 2002