El canon de belleza griego tal vez ya no es lo que era. Muchos padres habrán respirado tranquilos después de que el pasado martes el Gobierno griego, presidido por Kostas Simitis, ordenara la retirada del mercado, por su posible peligro para la salud mental, de una polémica muñeca, a la que la prensa ateniense ha bautizado como "la muñeca asquerosa", que amenazaba con convertirse en una de las estrellas en las peticiones infantiles de juguetes en las próximas navidades. Se trata de un juguete, denominado oficialmente Muñeca Zombi, que se vende en un pequeño ataúd negro y presenta signos de putrefacción. A la muñeca, fabricada en Estados Unidos, no le falta detalle y va acompañada de un "certificado de defunción". En Grecia se vendía por un precio de 35 euros y las protestas se habían disparado probablemente ante la visión de encontrarse a los niños jugando con ataúdes, ojos que se caen y toda una elaborada parafernalia fúnebre. El Ministerio de Desarrollo, cuya cartera ostenta Apostolos Tsokhatzopoulos, decidió tomar cartas en el asunto y prohibió fulminantemente la venta y distribución de las muñecas. "Constituyen una seria amenaza para la normal formación y desarrollo de las personalidades de los niños y también para su salud mental", señaló el Gobierno en un comunicado. Desde hace tres días, inspectores del ministerio tienen orden de revisar los negocios de Atenas donde se venden juguetes y confiscar, para su destrucción, a todas la muñecas zombi que encuentren. El ministerio ha advertido que la venta del macabro juguete será multada con 58.700 euros. -
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de noviembre de 2002