"Le beaujolais nouveau est arrivé" ("El vino nuevo ha llegado"). Con esta frase se celebró ayer, tercer jueves de noviembre, como es tradicional desde hace 51 años, en París y en otras ciudades de Francia y del mundo, la comercialización del primer vino nuevo del año, procedente de las uvas de la última vendimia francesa. El beaujolais es un vino joven procedente de la región de Lyón, que marca una fecha festiva en Francia, pero también en otros países donde su consumo se ha afianzado como una tradición. De esta cosecha se comercializarán unos 58 millones de botellas, la mitad de ellas dedicadas a la exportación, un gran éxito comercial francés. Según los primeros expertos que lo han catado, el vino de este año es menos exuberante y afrutado de lo habitual, pero también es más denso. Serge Melac, propietario de un bar parisiense que celebró ayer la tradición, posó, tocado con una boina, ante los fotógrafos de la agencia Associated Press mirando al trasluz una copa de beaujolais, en una imagen distribuida a todo el mundo.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de noviembre de 2002