Una misionera evangélica estadounidense fue asesinada ayer a tiros en Sidón, en el sur de Líbano. La Policía investiga la muerte de Bonnie Whitherall, una enfermera de 31 años, casada con un ciudadano británico, y aún no ha determinado si se trata de un crimen común o de un atentado con fines políticos. Grupos islámicos radicales habían pedido el cierre de la misión en la que trabajaba la víctima.
Witherall entró a primera hora de la mañana en la enfermería de la misión Itihad, administrada por la Iglesia Cristiana Evangélica. En ese momento, varios desconocidos dispararon a la víctima, auxiliar de enfermería, que llevaba ocho años trabajando allí. Tres disparos le alcanzaron en la cabeza, por lo que resultó muerta en el acto.
La Embajada de Estados Unidos en Líbano no ha hecho comentarios sobre el suceso. Según France Presse, se trata del primer atentado contra un estadounidense en Líbano desde 1990, cuando concluyó la guerra civil en el país. El resentimiento contra EE UU es muy profundos en algunos sectores de Líbano debido al apoyo de Washington a Israel, que durante 22 años ocupó el sur de este país.
En 1983, 241 soldados americanos murieron como consecuencia de la explosión de una bomba escondida en un camión. Al año siguiente, un coche bomba estalló frente de la Embajada estadounidense y causó 23 muertos y unos 60 heridos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de noviembre de 2002