Aunque la red pública de salud mental se ha consolidado en los últimos 20 años, todavía tiene carencias. Faltan profesionales, recursos para evitar la masificación y tratar nuevas patologías, y centros ligados al territorio. Son alertas que afloraron ayer en Barcelona durante la jornada conmemorativa del 22º aniversario de la fundación Servicios de Salud Mental, una de las entidades que promovieron la construcción del modelo asistencial actual.
Pese a las críticas, la de ayer fue una jornada de celebración para los profesionales de la salud mental. Se trataba de hacer balance del trabajo llevado a cabo en Cataluña en las últimas dos décadas, un periodo en el que los antiguos manicomios quedaron atrás y se ha logrado construir y consolidar una red de 103 centros públicos de salud mental que el año pasado atendieron a 180.000 enfermos, a los que ya no se encierra, sino que se intenta insertar en la sociedad.
La reforma de la asistencia psiquiátrica fue impulsada a finales de la década de 1970 por la Diputación de Barcelona y capitaneada por el entonces diputado provincial Agustí de Semir. Se trataba de un ambicioso proyecto, pionero en España, que consistía en modernizar los centros existentes y crear una nueva red, de acuerdo con un cambio de mentalidad que comprendía a los profesionales, los pacientes, sus familiares y la sociedad en general. Fue la Diputación la que creó los primeros hospitales de día gratuitos y la que llamó a la puerta de la Generalitat para que integrara la psiquiatría en la red sanitaria pública, lo cual se logró en 1990.
En la ponencia que la jornada conmemorativa dedicó ayer a los retos de la red existente, el responsable de salud mental del Servicio Catalán de Salud, Josep Ballester, reconoció "el divorcio que existe entre la buena voluntad pública y la realidad que viven los profesionales de la salud mental y los enfermos", así como la falta de profesionales de la psiquiatría, de financiación y de centros territoriales, críticas que fueron compartidas por la mayoría de los ponentes.
La jornada reconoció también el papel de Agustí de Semir como artífice de la reforma psiquiátrica. De Semir, abogado reconocido por su trayectoria política en la izquierda durante la transición, recibió un emotivo homenaje al que asistieron, entre otros, el presidente del Parlament, Joan Rigol; el ex consejero de Sanidad Xavier Trias, y el actual responsable del departamento, Xavier Pomés.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de noviembre de 2002