Hubo incredulidad entre los jugadores del Real Madrid tras escuchar las palabras de Joan Gaspart al finalizar el partido. El presidente del Barcelona justificó la reacción del público y el lanzamiento de objetos al campo aduciendo que Figo la había provocado. Y el ex jugador azulgrana le respondió de forma contundente: "No sé si Gaspart está de cachondeo".
"Siempre he sido una persona tranquila, y estas situaciones no cambian mi humor", agregó Figo. "Sabía lo que iba a ocurrir. Y me parece muy triste que una entidad como el Barça ofrezca esa imagen en todo el mundo. Pero hay que tomar medidas para que cosas más drásticas no ocurran en el deporte".
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Cuando se le preguntó directamente por los comentarios de Gaspart, Figo respondió sin evasivas. "Le respeto por su función en el mundo del fútbol", afirmó. "Pero lo que dice, poca gente se lo toma en serio. No sé si habla de cachondeo o busca otras cosas. Creo que en estos momentos no está haciendo un buen servicio a la entidad que dirige. Sus palabras no me quitan el sueño. Tengo cosas más importantes en que pensar".
Antes de salir al campo, Del Bosque le comunicó que fuera él quien lanzara los córners, contrariamente a lo que había ocurrido el año pasado cuando le eximió de esta responsabilidad. "Hubiera sido de locos pensar que no iba a lanzarlos como consecuencia de la presión del público. El míster me lo dijo y yo lo hice".
La respuesta de los jugadores madridistas a los incidentes del Camp Nou fue de indignación. "Algún día puede pasar algo muy gordo", apuntó Iker Casillas. "Se lanzó de todo. Vimos volar bolas de billar, de golf, algún cuchillo, botellas de agua y latas de Coca Cola. Y si una de esas latas le da a uno en el ojo lo puede perder".
El portero agregó: "Habría que decirle a esta gente salvaje que se controle un poco, que sea más prudente. Todos estos incidentes los pueden ver los niños a través de la televisión y la espiral de violencia puede convertirse en imparable y reproducirse incluso en campos de fútbol base".
Por su parte, Raúl, uno de los jugadores más emblemáticos del Madrid, se mostró escéptico sobre las posibles soluciones a este tipo de incidentes. "Éramos dos equipos que intentábamos jugar al fútbol, pero no pudimos. Incluso los jugadores del Barça se dieron cuenta de que era imposible que el partido pudiera seguir desarrollándose. Se lanzaron objetos de todo tipo al campo. Era un partido que se estaba viendo en los cinco continentes y el espectáculo resultó muy poco edificante para el fútbol español. Cuando el árbitro nos dijo que nos fuéramos no había otra salida. Este tipo de incidentes tienen una solución complicada. Yo no la sé".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de noviembre de 2002