Los problemas cardiovasculares de Slobodan Milosevic, de 61 años, se han desatado en las últimas semanas porque le fueron recetadas unas medicinas equivocadas en la prisión holandesa de Scheveningen, donde permanece recluido. Según el rotativo NRCHandelsblad, que cita fuentes jurídicas, la salud del procesado se ha resentido por culpa de unos medicamentos que han agudizado su hipertensión. Portavoces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TIPY), que le juzga por crímenes de guerra y contra la humanidad, además de genocidio, han declinado hacer declaraciones para "proteger la intimidad" del procesado.
Los problemas de salud del ex presidente serbio -en lo que va de juicio ha sufrido dos largas gripes, agotamiento e hipertensión- han causado continuos aplazamientos que han llevado a la fiscal, Carla del Ponte, a pedir al TPIY que le asigne un letrado. El antiguo líder yugoslavo es su propio defensor.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de noviembre de 2002