Todos los años la llegada de la Navidad marca también la campaña de captación de clientes para planes de pensiones. Las entidades financieras parecen en noviembre y diciembre unos grandes almacenes, especializados, sobre todo, en artículos del hogar. Desde cámaras de vídeo a vajillas y cristalerías, todo vale para atraer a un inversor, necesitado de las ventajas fiscales de estos productos, pero escarmentado de su baja rentabilidad.
En los últimos 12 meses, los planes de pensiones han perdido, de media, un 5,08%, lo que ha obligado a que este año la campaña se centre en los planes garantizados, con un rendimiento fijo, y en los regalos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de noviembre de 2002