Diariamente tengo la costumbre de leer la prensa escrita, me gusta ver cómo los diferentes rotativos analizan las mismas noticias. Últimamente me ha sorprendido la gran cantidad de artículos de opinión que aparecen en los periódicos criticando al PSC y a su presidente, Pasqual Maragall.
A pesar de que no soy ni militante ni votante del PSC, me sorprende que haya periodistas y colaboradores habituales de la prensa a los que les llame tanto la atención lo que haga o deje de hacer el principal partido de la oposición, el PSC, y Pasqual Maragall y no nos hablen de la insensatez y de los errores que comete el Gobierno actual de Convergència i Unió. En estos momentos es Artur Mas -por delegación de Jordi Pujol- quien manda y quien tiene la responsabilidad de gobernar, y no Pasqual Maragall. Son las acciones del conseller en cap, Artur Mas, y las de su Gobierno, más que cualquier otra, las que tendrían que estar en el punto de mira de todos y ser objeto de crítica porque de ellas depende el futuro más immediato de todos nosotros.
No quiero decir que no sea necesario criticar al PSC o a otras formaciones políticas, sólo que tengo la sensación de observar que no se trata de forma ecuánime a los diferentes partidos políticos y que actuaciones concretas, electoralistas y algunas veces hasta engañosas del Gobierno catalán, con importantes repercusiones, pasan realmente muy desapercibidas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de noviembre de 2002