Un bombero que estaba de servicio en el partido Parma-Roma (3-0), de la undécima jornada de la Lia italiana, jugado al mediodía de ayer en el estadio Ennio Tardini, resultó herido en una mano al estallarle una carta bomba que intentaba alejar de donde había caído. El suceso tuvo lugar a la conclusión del partido, cuando se sintió una fuerte explosión en el sector ocupado por los seguidores radicales del Roma.
El bombero, tras estallarle el artefacto en la mano, fue llevado con urgencia a un hospital cercano, en el que se le diagnosticaron lesiones graves en tres dedos de la mano derecha.
No es la primera vez que ocurre un suceso semejante en el calcio. La pasada jornada, en Livorno, en la Serie B (Segunda División), un hincha local también resultó herido en una mano al explotarle una carta bomba que estaba en el suelo, presuntamente colocada por los radicales del equipo contrario. En esa misma jornada, en Nápoles, un aficionado recibió una puñalada en un muslo.
En el plano futbolístico, la derrota del equipo de Fabio Capello le aleja aún más de la cabeza. Los romanos están ya a nueve puntos del Milan, el líder, y ocupan el décimo puesto.
En Parma, ante las bajas de Lima, Cassano, Totti, Cafú y Delvecchio, Capello dio la titularidad a Guardiola, que jugó todo el encuentro en su posición de medio centro, junto al brasileño Emerson. Bonazzoli, en dos ocasiones, y el rumano Mutu, de penalti, sellaron la goleada al Roma.
Tras su victoria del sábado ante sus vecinos del Inter (1-0, gol del brasileño Serginho), el Milan ha cogido ahora el mando de la Liga y recibirá mañana al Real Madrid en la Liga de Campeones en lo más alto de la clasificación.
El equipo de Carlo Ancelotti está empatado a puntos con el Juventus, el único invicto, que defraudó en Delle Alpi y sólo pudo arañar un empate (1-1) ante el Bolonia y gracias a un gol salvador del defensa Iuliano, y ahora tiene dos de ventaja sobre el Inter de Héctor Cúper.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de noviembre de 2002