Instituciones públicas y organizaciones ecologistas han extremado la vigilancia en el litoral asturiano tras detectarse ayer a 40 millas (74 kilómetros) del norte de Tapia de Casariego, cerca de la provincia de Lugo, en el extremo occidental de la región, una mancha de fuel procedente presumiblemente del vertido causado por el petrolero Prestige. Horas después, la mancha fue avistada por un helicópero a 33 millas (61 kilómetros) en la vertical de Luarca, lo que indicaba anoche que avanzaba en dirección a Francia.
Los expertos, en efecto, consideran que existe muy poco riesgo de que restos del vertido puedan llegar a las costas del Principado y presumen que, en virtud de las corrientes marinas existentes en la zona y de la tendencia dominante de los vientos, la mancha localizada seguirá una trayectoria paralela a la costa del Principado en dirección a Francia sin dañar el litoral asturiano. La consejera de Administraciones Públicas, Angelina Álvarez, confirmó que no existía motivo para la alarma.
No obstante, helicópteros de Protección Civil y de Salvamento Marítimo de Asturias han comenzado a realizar dos inspecciones aéreas diarias sobre los restos de combustible localizados en el Cantábrico para vigilar su rumbo y velocidad.
Luis Laria, presidente de la Coordinadora para el Estudio y la Protección de las Especies Marinas (Cepesma), con sede en Luarca, confirmó la existencia de restos de combustible cerca de la costa, pero sin poder precisar su origen.
Según pescadores de Luarca, la contaminación detectada consiste en manchas aisladas de escaso espesor acompañadas de restos de petróleo que cubren un área de unos 500 metros de diámetro.
En Asturias se han rescatado hasta el momento 30 aves impregnadas de fuel, presumiblemente procedentes de Galicia, que están siendo tratadas por el Cepesma.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de noviembre de 2002