Se cortaron las primeras cuatro orejas de la temporada. Jorge Gutiérrez, dos al cuarto; Enrique Ponce, dos al tercero, y ambos salieron a hombros. En lo que parecía imposible, Jorge Gutiérrez, con serenidad, tesón y entrega, le sacó recorridos con tirabuzón al marmolillo que hizo cuarto. Realizó una larga (15 minutos) pero meritoria faena que inició con unipases pero después enhebró series templadas y mandonas que remataba con mucho sabor. Trazó un toreo de calidad en el que todo el mérito fue del hidalguense.
En el pegajoso segundo quitó por ajustadas chicuelinas y con reposo muleteó al adversario que además calamocheaba y se defendía con brusquedad.
Con cadencia, Enrique Ponce veroniqueó al codicioso tercero cuyos restos recibieron el arrastre lento. En su elegante faena hubo imaginación y pureza. Al muletear al noble animal le daba el pecho y dejándole siempre la franela en la cara prolongaba en círculo el recorrido y acompasadamente se lo enroscaba en la cintura.
Gómez / Gutiérrez, Ponce, Amaya
Toros de Teófilo Gómez, regalo del sobrero (De Santiago): desiguales, sin fuerza; descastados, salvo 1º, 3º y 7º que colaboraron. Jorge Gutiérrez: silencio, -aviso- y dos orejas. Enrique Ponce: dos orejas y al tercio. Alejandro Amaya, que confirmó alternativa: al tercio, silencio y vuelta al ruedo. Monumental Plaza México, 24 de noviembre, cuarta de temporada, tres cuartos de entrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de noviembre de 2002