He leído, no sin estupor, el lunes 18 un artículo, La ministra, suspenso en matemáticas, sin firma, aunque atribuido a la Federación de Sociedades Españolas de Profesores de Matemáticas. Quienes han escrito lo que ustedes publican, seguramente la directiva de la Federación, dicen representar a 6.000 profesores, de los que se designan portavoces en este agrio debate sobre la Ley de Calidad, y se colocan en contra. No hay que ser un lince para descubrir el engaño por suplantación de opinión al que ustedes han contribuido, insinuando al pie del artículo que los autores del escrito representan a un cualificado grupo, cuando sólo se representan a ellos mismos.
Soy profesor de matemáticas, pertenezco a la Sociedad Puig Adam, célebre matemático e ingeniero español, desde su fundación, y acabo de enterarme de que formo parte de ese batallón que está en contra de la LOCE, cuando la realidad es bien diferente. Permítame, señor director, manifestarle mi enfado. Por otra parte, no puede pasar inadvertido el hecho de que el escandaloso título hace pie en un error de la ministra cometido en una conversación, y que se equivoca en su contra al calcular el porcentaje de aumento del dinero destinado a becas durante los últimos años. El porcentaje de aumento no es de un 32%, sino de un 53%. Aparte de que un error como ése en una conversación lo puede cometer cualquiera, se le podrá acusar a la ministra de poco espabilada, pero no de demagoga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de noviembre de 2002