El PSOE acusó ayer a la Subdelegación del Gobierno en Málaga de intentar "abortar" la protesta convocada en defensa del PER con un "desorbitado" dispositivo de seguridad. La secretaria provincial, Marisa Bustinduy, arremetió contra la "inadmisible, lamentable y antidemocrática" actuación de la Subdelegación.
"Resulta chocante que el Gobierno de Aznar sea incapaz de solucionar la seguridad ciudadana y haga un despliegue desorbitado para impedir que los ciudadanos manifiesten su desacuerdo, de forma pacífica, por las políticas que en materia de subsidio agrario lleva a cabo el Partido Popular", apuntó Bustinduy en un comunicado. Para la secretaria del PSOE malagueño, "es bochornoso que se cachee a honrados ciudadanos y se les impida andar por las calles, secuestrándolos", una actuación que achacó a "la intolerancia y los guiños dictatoriales [del PP] para impedir el derecho de libre circulación en un paseo pacífico por Málaga".
El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Málaga, Rafael Rodríguez, también criticó el dispositivo: "Es positivo que actos de esta importancia se celebren en Málaga, pero no pueden suponer que la ciudad quede secuestrada y se suspendan derechos constitucionales como si fuera una manifestación de Herri Batasuna".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de noviembre de 2002