Freixenet proyecta aumentar su presencia en Argentina a pesar de la crisis, según anunció ayer en Londres el presidente de honor del grupo vitivinícola catalán, José Ferrer. Freixenet ha cerrado un ejercicio marcado por el fuerte aumento de ventas y beneficios gracias a la incorporación a los libros de la actividad de sus inversiones del año anterior en Francia y Australia.
José Ferrer apeló a los sentimientos para explicar su decisión de aumentar su presencia en Argentina, donde Freixenet emplea a una docena de personas y soporta unas pérdidas de 12.000 dólares al año que calificó de "sostenibles". "Queremos defender esos empleos porque es gente que nos ayudó a nosotros a vender nuestro producto en Argentina", aseguró.
Su hijo y consejero delegado del grupo, Pedro Ferrer, explicó que no sólo hay un motivo sentimental: "Es gente que tiene un gran know-how que no queremos perder", dijo, provocando la inmediata reacción del patriarca de la familia: "Pero a mí la parte sentimental me influye mucho", apostilló.
Freixenet se decanta por la construcción de sus propias bodegas o bien la compra de los activos más que la adquisición de otra sociedad. "Estamos hablando de adquirir unas 200 hectáreas, que en Argentina no es una gran cantidad, y una inversión de entre dos y tres millones de dólares", explicó Pedro Ferrer. El objetivo es suministrar producto local a la red comercial de Freixenet para mantener la actividad del grupo a precios asequibles para los argentinos.
José Luis Bonet Ferrer, presidente del grupo, hizo un balance cautamente positivo de un año dominado por el estancamiento del mercado alemán -el más importante destino de las exportaciones de Freixenet-, el crecimiento de las ventas en el Reino Unido y la progresiva integración en el grupo de las nuevas empresas adquiridas en 2001, la francesa Yvon Mau y la australiana Wingara Wine.
Las ventas pasaron de 403 millones a 528 millones de euros, un 31% que se explica por el impacto de Yvon Mau y Wingara. Sin ellas, las ventas habrían pasado de 363 a 383 millones, un más modesto 5,6%. Los resultados antes de impuestos han crecido de 22,9 a 31,7 millones (un aumento del 38%) y el resultado neto ha subido de 16,6 a 25,6 millones, de los que 21,3 millones corresponden a la actividad en España. La plantilla en España ha pasado de 1.228 a 1.258 personas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de noviembre de 2002