Como ciudadano, padre y presidente de una asociación de padres y madres en un instituto, me parece inadmisible que el presidente del PP en Madrid no expulse del partido y les obligue a dimitir de su escaño a esos tres diputados que se entretienen en la Asamblea de Madrid, mientras se debate sobre la violencia contra las mujeres, viendo páginas en Internet de carácter pornográfico.
Que encima la señorita Ana Mato, coordinadora de participación de los populares, y en presencia de Esperanza Aguirre, casi les excusara con un "no creo que lo hicieran con la intención de vejar o de meterse con la mujer". ¿Dónde tiene esta señora su ego, su orgullo? ¿Cómo podemos educar a nuestros hijos e hijas si no se escarmienta, aunque sea políticamente, a estos señores? ¿Qué les tendríamos que decir cuando vean o lean noticias como éstas?: "Mirad, esto está muy mal, pero ellos no saben lo que hacen". Luego, estas señoras vienen diciendo: "Tolerancia cero". A ver si es verdad. Es inadmisible que nuestros representantes en los distintos estamentos políticos no tengan la sensibilidad y respeto hacia la mujer, y que el partido al que representen no sea contundente, como tanto dicen, con esas personas.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de noviembre de 2002