La Fiscalía Especial Para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado citó a declarar ayer a la influyente secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Elba Esther Gordillo, para tomarle declaración acerca de su supuesta responsabilidad en la guerra sucia contra maestros de la década de los setenta y ochenta. La compareciente negó siempre cualquier relación con los asesinatos y desapariciones bajo investigación, y atribuyó las imputaciones a intereses personales y políticos. "Soy inocente", insistió Gordillo.
La demanda penal fue presentada por maestros disidentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), liderado por Gordillo entre los años 1989 y 1994. Los promotores del procesamiento la implican, junto a otros tres ex dirigentes del SNTE, en la autoría intelectual de la muerte de varios profesores, entre ellos Misael Núñez, y en enriquecimiento ilícito.
Juan José Alvarado, uno de los promotores de la querella, dijo durante una manifestación callejera, en apoyo de la acción judicial en curso, que Gordillo "pudo tener" relación con las desapariciones. "Esto no es otra cosa que venganza política, infamia, infundio", declaró la afectada al diario Milenio. "Misael fue un gran luchador social".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de noviembre de 2002