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Dimite un teniente de alcalde de Rubí por una polémica línea eléctrica

El teniente de alcalde de Urbanismo de Rubí, el ecosocialista Ángel Millán, ha presentado su dimisión por "coherencia, responsabilidad y para dignificar la política, que ya está suficientemente lastimada". Millán ha tenido que asumir la responsabilidad de la descoordinación de dos departamentos que dependen de él: Vía Pública y Urbanismo. Una "descoordinación" que estuvo a punto de costarle al barrio de Can Vallhonrat añadir dos nuevas líneas eléctricas a su ya castigado cielo. "A lo mejor", admite Millán, "es que no hemos sabido transmitir a nuestros técnicos la sensibilidad de la Declaració de Rubí y de la población".

Fue un técnico de Vía Pública quien dio el visto bueno a la Agencia Catalana del Agua (ACA) para instalar una nueva línea eléctrica y otorgó otra licencia a Fecsa-Endesa para colocar una línea soterrada, mientras el área de Territorio denegaba la licencia. El caso es que empezaron las obras y saltó la alarma.

Por el cielo de Rubí pasan ya 30 líneas eléctricas. Cuando en diciembre del año pasado cayó un cable de alta tensión, que dejó a media Cataluña a oscuras, esta población del Vallès Occidental decidió liderar la Declaració de Rubí, junto a otros municipios, empresarios, entidades y ecologistas, para reivindicar a Fecsa-Endesa la mejora de las líneas eléctricas. Uno de los objetivos era el desvío de las líneas eléctricas de los barrios poblados. Haber dado dos nuevas licencias para colocar nuevas líneas de tensión, en uno de los barrios que más padecen las consecuencias de convivir con los cables de alta tensión, le ha costado el cargo a Millán. Ha dimitido "por coherencia", ya que se ha "omitido" lo que defiende la Declaració de Rubí.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de noviembre de 2002