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OPINIÓN DEL LECTOR

Detalles

El simple acto de conducir por una ciudad genera enfrentamientos entre los conductores y la tensión se agudiza con la lucha por aparcar. La semana pasada acudí a un gran centro comercial y en el momento en que descubro un hueco de aparcamiento un conductor que aparece en contra de la dirección autorizada lo ocupa con gran rapidez. Bajo la ventanilla y le digo que eso no es legal ni justo. La familia me pide que calle y yo obedezco.Pero mi alegría se produce al salir de comprar y ver un papel sujetado al cristal con el limpiaparabrisas que decía: "Tenía usted razón, disculpe". Son estos pequeños detalles los que hacen que la convivencia sea más fácil.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de noviembre de 2002