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Crónica:FÚTBOL Ida de los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA

El Betis gana enteros

El equipo de Víctor Fernández supera sin dificultad a un apagado Auxerre

Superadas casi sin despeinarse las dos rondas previas de la Copa de la UEFA, al Betis se le presentaba ayer la oportunidad de exportar su fútbol y pasear su imagen por Europa. En definitiva, de ganar enteros tras muchos años apartado de las competiciones europeas. Y, en la que era la cita más importante del Betis desde 1995 -un espectacular gol de Zidane acabó en diciembre de ese año con su sueño europeo- no defraudó. Saltó al césped de la única forma que entiende Víctor Fernández y, sin perderle la cara al Auxerre, tardó apenas nueve minutos en hacerse con el mando del partido. Y lo hizo con solvencia, como acostumbra en Liga, aprovechando la inquietud y la potencia que desparraman jugadores como Joaquín, Capi y Denilson, ayer, el mejor de todos, aunque aún le pierdan sus excesos individualistas que tanto desesperan a sus compañeros y a la afición.

BETIS 1 - AUXERRE 0

Betis: Prats; Varela, Rivas, Filipescu, Luis Fernández; Ito, Assunçao, Joaquín, Denilson (Casas, m. 77); Capi (Fernando, m. 45) y Alfonso (Arzu, m. 85).

Auxerre: Cool; Radet, Jaures, Boumsong, Mexes; Faye, Lachuer, Kapo (Cissé, m. 70), Tainio; Fadiga y Bemjani.

Gol: 1-0. M. 9. Denilson recibe una patada de Radet en el área y Alfonso transforma el penalti.

Árbitro: Helmut Fleischer (Alemania). Amonestó a Radet.

Partido de ida de la tercera eliminatoria de la Copa de la UEFA. Unos 28.000 espectadores en el estadio Manuel Ruiz de Lopera.

El brasileño parece encontrarse a gusto en la competición europea. Si en Moldavia fue él quien estrenó el marcador continental del Betis, ayer, Denilson deleitó con todo su repertorio de florituras y demostró que, como el vino, mejora con los años. De una de sus endiabladas incursiones en el área del Auxerre nació el temprano gol que tanta tranquilidad dio a su equipo, que durante la semana había desayunado con titulares que resaltaban la dificultad que entrañaba el equipo que, desde hace 41 años, dirige el veterano Guy Roux.

Con esa dosis de serenidad que aportó el gol de penalti de Alfonso, el Betis pisó el acelerador. Trató de aprovechar esos minutos en los que ninguna de las jóvenes estrellas del Auxerre estaban para nada para agrandar la brecha y gozó de dos claras ocasiones para tal empresa.

La más espectacular, la protagonizada por el Joaquín de las buenas tardes. Ése que es capaz de despistar a su sombra y que explota una capacidad de inventiva que ya quisieran muchos. Y, como prueba, el espectacular tiro a bocajarro con el que trató de sorprender al portero Cool, que dio la réplica con una estirada imposible y un despeje de puños de manual. También Denilson gozó de una nueva oportunidad que magistralmente le brindó Joaquín, pero el disparo raso del brasileño salió desviado.

Tras ese dispendio de energía que fueron los primeros 20 minutos que monopolizó el Betis, el choque entró en una fase más pausada que el equipo andaluz controló sin demasiados apuros. Nadie en el Auxerre, que inopinadamente reservó a su estrella Cissé en la primera mitad, parecía capacitado para sorprender a la defensa verdiblanca, donde el marcial Filipescu impuso su ley. Sólo Tainio, con un potente derechazo algo lejano, hizo sudar a Prats, que tampoco defraudó y se deshizo sin dificultad del envenenado disparo francés. Y mientras el Betis se reservaba esperando la oportunidad para explotar alguno de sus frenéticos contraataques, el Auxerre buscaba la forma de quebrantar el muro verdiblanco. Y lo hizo de la forma más fea y socorrida: balonazos largos y a esperar que los espigados Fadiga y Bemjani los aprovechasen por alto. Pero ni por esas.

Poco varió el partido en la segunda mitad. El Betis, encimado en el área francesa y lamentándose del penalti de Boumsong sobre Joaquín que el árbitro no se atrevió a señalar, pero con un ojo puesto en la puerta de Cool. Y el Auxerre, especulando con un resultado que pareció hasta dar por bueno, algo que ni la entrada del afamado Cissé logró cambiar en los últimos y abiertos minutos del encuentro.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de noviembre de 2002